Esta minimasterclass, inspirada en nuestra edición limitada Intuitia, te ayudará a confiar en tu intuición.
Seguro que has oído hablar de la intuición. Puede que la hayas sentido en primera persona, pero no sepas al 100 % si “era eso de verdad”. La intuición es algo tan intrínseco a cada persona como el ADN y crea un vínculo innato. Es como una brújula interna, una fuerza que llevas en el cuerpo y cuya función es guiarte. Nuestra intuición o voz interior a veces es un susurro que podemos ignorar con facilidad, mientras que en otros casos es una potente reacción que aparece como de la nada. Esta minimasterclass está pensada para ayudarte a conectar con esa voz interior, para que puedas oírla y dejar que te guíe hacia cosas mejores o al menos hacia el camino correcto.

El poder de la intuición
“Intuición” viene del verbo latino “intueor”, que significa “ver”. Pero es mucho más que una palabra, una moda o una tendencia, se trata de una sensación o un conocimiento que se apodera de nuestros sentidos, nuestros músculos, nuestra voz y nuestra mente. Desde tiempos inmemoriales, las personas se han dejado guiar por esta voz silenciosa. El gran filósofo Aristóteles definía la sabiduría como “la razón intuitiva combinada con conocimientos científicos”. Steve Jobs, el fundador de Apple que tanto ha influido en nuestro mundo actual, afirmó que la intuición era “más importante que la inteligencia”. Por último, el físico teórico Albert Einstein dijo que “la mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un siervo siempre leal”.
Las ventajas de cultivar la intuición
Conectar con tu intuición, hablar con ella, escucharla, desarrollar una relación con ella, como si fuera una amiga, hará que se convierta en tu mayor aliada, independientemente de lo que la vida te ponga por delante. Te permitirá desarrollar una relación más clara con tu auténtico yo, lo que quieres y lo que necesitas, así como tus valores y creencias. Al conectar con ella, trabajas automáticamente el músculo intuitivo, que puede ayudarte a sanar heridas del pasado, hacer las paces con el presente y crear tu futuro. Si prestas atención a tu intuición, empezarás a atraer a las personas correctas, con la energía y las situaciones adecuadas para ti, para que puedas sacarle todo el provecho. La vida se vuelve “más fácil” como por arte de magia, tienes las cosas más claras, te sientes más libre y seguro de ti mismo y eres capaz de conectar con lo que de verdad necesitas, con integridad y sin miedo.
¡Hora de ponerse manos a la obra! Aquí tienes toda una semana de ejercicios que puedes incorporar a tu día a día para, con el tiempo, encontrar la manera de conectar con tu sabiduría interior de manera intuitiva.
Para profundizar aún más, te recomendamos grabar las rutinas diarias en tu teléfono, para que puedas escucharlas cuando quieras, porque tu voz es una herramienta muy poderosa.
DÍA UNO: LLÉNALO DE LUZ
Tu energía es el combustible que necesitas para conectar con tu intuición. Aquí tienes una rutina rápida para recargar y reiniciar tu intuición, para que puedas conectar de manera clara con lo que ocurre a tu alrededor y no distraerte con la energía de los demás.
- Colócate erguido con los pies separados a la altura de las caderas. Adopta una postura firme y estable.
- Mira hacia el frente y cierra los ojos (si te sientes cómodo haciéndolo). Empieza a notar la energía que envuelve tu cuerpo, cada recoveco, sin importar lo ligera que resulte.
- Realiza un suave escáner de tu cuerpo, de arriba a abajo. Toma aire mientras cuentas hasta siete y suéltalo mientras cuentas de nuevo hasta siete.
- Centra tu atención en los pies y visualiza o siente que hay una luz dorada entre ellos, una luz que procede de la tierra. Al tomar aire, acerca la luz hasta tu chakra raíz, en la base de la columna vertebral.
- Mantenla ahí durante unos momentos, siente la energía de la luz que entra en tu cuerpo.
- La siguiente vez que tomes aire, usa la respiración para subir esa luz por la columna, a través de cada vértebra y hasta la parte superior de la cabeza.
- Al soltar el aire, vuelve a enviar la energía columna abajo, por todo el cuerpo y hasta el suelo. Repite cuatro veces los pasos seis y siete.
- La quinta vez que lo hagas, cuando la energía llegue a la parte superior de la cabeza, suelta el aire y visualiza que la luz sale de la parte superior de la cabeza como una fuente que se derrama por todo el cuerpo.
- Báñate en esa energía, centrándote en las manos y las puntas de los dedos. Siente cómo llega a las extremidades, a tu rostro, por todo el contorno del cuerpo. Estás repostando la energía que necesitas a través de esa luz.
- Cuando estés listo, vuelve a centrarte en la parte superior de la cabeza y, al tomar aire, vuelve a hacer que esa luz descienda por la columna vertebral hasta el chakra raíz y de vuelta a la tierra.
- Abre los ojos (si los habías cerrado) y quédate quieto durante cuatro respiraciones, prestando atención a cómo te sientes para luego anotarlo en un cuaderno.
Usa este ejercicio en cualquier momento del día: por la mañana = para llenarte de energía, por la noche = para limpiar la energía, a mediodía = para mejorar tu estado de ánimo
DÍA DOS: MARCA EL NÚMERO DE TU INTUICIÓN
Piensa en tu intuición como en una llamada de teléfono. Marca el número y prueba esta minirrutina para conectar.
- Siéntate en un lugar cómodo, con los pies en el suelo.
- Gira las palmas de las manos hacia arriba y cierra los ojos.
- Respira. Toma aire por la nariz contando hasta seis y suéltala por la boca contando hasta siete. Repítelo siete veces.
- Di en voz alta o en tu cabeza: “Intuición, te siento, te escucho”. Repítelo tres veces.
- Visualiza un círculo de luz con un disco en su interior.
- Al conectar con tu intuición, observa cómo se mueve el disco, en sentido horario o antihorario (lo que decida tu intuición). Al principio girará con rapidez y luego se irá ralentizando.
- Di en voz alta o en tu cabeza: “Estamos conectados. Soy y puedo”. Repítelo tres veces.
- Abre los ojos y anota lo que sientes. ¡Has conectado con tu intuición!
DÍA TRES: DESCUBRE LAS PISTAS QUE TE DA TU INTUICIÓN
La intuición y el ego se sirven de la misma voz, pero usan un lenguaje muy diferente. Desde el primer momento estamos condicionados para prestar atención al miedo o al ego y dedicamos mucho tiempo a luchar contra ellos. La intuición, por su parte, quiere lo mejor para ti. Podemos usar nuestros cuerpos como un detector que nos permite confirmar el mensaje que nos manda la intuición, empezando por lo que es bueno para nosotros y lo que no. Para identificar tu señal de sí y de no:
- Siéntate en un lugar tranquilo. Pon una alarma que suene en seis minutos.
- Respira hondo seis veces, tomando y soltando el aire por la nariz. Visualiza cómo tomas aire por el hueso del coxis, sube por la columna vertebral y sale por la parte superior de la cabeza.
- Gira las palmas de las manos hacia arriba, para indicar que estás listo para recibir energía y sabiduría.
- Pregunta: “¿Cómo reconozco un SÍ?” mientras tomas aire. Repítelo tres veces.
- La cuarta vez, presta atención a lo que sientes. ¿Dónde notas ese sí?
- Haz lo mismo con el no: “¿Cómo reconozco un NO?” Repite el ejercicio y presta atención.
- Confía en lo que sientes: ¿dónde notas esa confirmación? ¿Qué sensación te produce? Confía en ella, toma nota y no te pares a analizarla. No le des vueltas, limítate a sentirlo y anotarlo.
- Sigue escribiendo hasta que suene la alarma.
Consejo: Si notas que no lo consigues o que tu mente está interfiriendo, recuerda el mantra “Soy y puedo”. No tengas prisa, repite esta rutina y con el tiempo aprenderás a confiar en lo que sientes más allá de los pensamientos y lo que habíamos aprendido hasta ahora.
DÍA CUATRO: UNA TORMENTA DE ENERGÍA: ¡A MOVERSE!
Hemos limpiado nuestra energía, hemos conectado y hemos aprendido a descifrar el mensaje.Ahora toca revitalizar tu intuición con esta breve sesión HIIT para tu espíritu.
- Toma aire mientras cuentas hasta diez y suéltalo por la nariz contando también hasta diez. Repítelo cinco veces.
- Para llenarte de energía: coloca las manos sobre el estómago, con la mano izquierda debajo de la derecha y visualiza cómo aparece una llama de fuego amarillo entre ellas con cada respiración. Repítelo durante 10 inspiraciones y espiraciones.
- Para asentarte: elimina la energía estancada golpeando el suelo con los pies, de uno en uno. Repítelo cinco veces con cada pie.
- Para cambiar la energía: toma aire y mueve los hombros hacia arriba, suelta el aire y bájalos con fuerza. Repítelo cinco veces.
- Para limpiar la energía: imagina una llama amarilla que sale del estómago y sube hasta la cabeza. Cada respiración quema la energía estancada de la mente. Repítelo durante tres inspiraciones y espiraciones completas.
- Para protegerte: toma aire y rodéate de la energía que extraes del universo. Repítelo durante tres respiraciones.
- Para afirmar: repite “Estoy seguro, conectado y preparado”. Repítelo tres veces.
Presta atención: ¿Con qué palabra describirías cómo te sientes ahora mismo? Escríbelo y observa cómo lo usas a lo largo del día.
DÍA CINCO: REFUERZA TU ESPÍRITU
Hoy, tú mandas. Usa tu intuición para seleccionar los dos ejercicios que más te atraigan, desde el Día 1 al Día 4. ¿Qué te pide hoy la mente y el cuerpo? Déjate guiar por la intuición.
DÍA SEIS: UNA RUTINA INTUITIVA PARA ESTABLECER TUS OBJETIVOS
Hora de preguntar a tu intuición lo que quiere de verdad, no lo que tú crees que quieres. Hoy, vuelve a conectar con tu voz y tus palabras con esta llamada interior a la intuición.
- Enciende una vela en un lugar cómodo. Coloca un bolígrafo y un papel delante de ti, frente a la vela. Coloca las manos con las palmas hacia abajo a ambos lados del papel.
- Mientras estás cómodamente sentado, deja que tus respiraciones se alarguen, mira fijamente y con propósito la luz de la vela.
- Visualiza cómo todos tus pensamientos se vierten en la llama, que los consume y te libera.
- Sigue respirando de manera profunda, dirigiendo tu atención hacia el interior y hacia tu corazón. Pregúntate qué buscas hoy, esta semana o este año. ¿Qué objetivo tiene tu intuición?
- Repite este mantra en voz alta tres veces: “¿Qué quiero y qué necesito?”.
- Deja que tu objetivo personal salga a la luz de la mano de tu intuición. Deja que esa sensación o imagen te bañe por completo y se quede en tu mente.
- Escribe lo que te haya venido a la mente. Mira las palabras. A continuación, cierra los ojos y visualízalas de nuevo.
- La próxima vez que sueltes el aire, envíalo por encima de tu cabeza y hasta el universo.
- Sella tu objetivo repitiendo “Soy y puedo. Pregunto, creo y, ahora, veo”. Repítelo tres veces.
Coloca tu objetivo en algún lugar donde lo veas a diario y repítelo con una afirmación de manera frecuente hasta que notes que forme parte de ti. En ese momento, repite la rutina.
DÍA SIETE: DESCANSO E INTEGRACIÓN
El “burnout” o cansancio espiritual es algo real. Podemos quedarnos atascados en el ego espiritual y volvernos adictos a lo bien que sienta intentar conectar con la intuición en vez de las ventajas que nos da la intuición en sí. Hoy lo importante es descansar y dejar que tu intuición surja de manera natural. Observa cómo se activa sin tener que hacer nada. Es mágico.
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